¿Qué es el bonsái?
El termino bonsái significa literalmente “cultivo de arboles en bandeja”, pero no debe ser considerado como un adorno más en el interior de un hogar, es mucho más que eso.
El bonsái es un método simbólico que apunta al aprendizaje y a la búsqueda filosófica de un modo de pensar y de vivir propio, que se logra a través del diálogo con la naturaleza y mediante el cultivo y el cuidado de las plantas. Como se ve, este arte no puede reducirse a una mera aficción por contemplar árboles en miniatura ni a una técnica de jardinería, ni a una forma de maltrato hacia las plantas como si las tuviésemos prisioneras en una celda. El bonsái es una práctica filosófica que apunta a cuidar con amor la vida de las plantas para que sean cada día más bellas durante cientos de años, algo que rarametne se lograría en condiciones naturales.
Este arte busca crear la máxima belleza de una planta en un universo pequeño llamdo maceta, usando dos sentimientos tradicionales sublimados hacia la naturaleza, WABI y SABI (el sentimiento de inanidad sobre los valores homanos), basados en la milenaria filosofía Zen y que están relacionados con la captación de la esencia de las cosas. En otras palabras, el bonsái es el reflejo filosófico de un sentimiento de amor sutil hacia la naturaleza y el universo que, por siglos, ha cultivado el pueblo japonés.
Muchos piensan que una planta de bonsái puede sobrevivir a lo sumo cincuenta o cien años. Pues vale la pena aclarar que el bonsái más antiguo (reconocido oficialmente, pues es propiedad de la famila imperial japonesa) tiene más de quinientos años. Incluso se cree que hay algunos todavía más antiguos en manos de particulares. Por otro lado, Japón conserva, como tesoros nacionales de la naturaleza, árboles que tienen más de dos mil años. El gran maestro Takeo Kawae está al cuidado de una planta que tiene más de 800 años de edad con la convicción de que las plantas de bonsái también puede vivir más de 2000 años si sabemos cuidarlas.
Otra cuestión interesante es que todo bonsái está siempre en proceso de construcción. Mientras el árbol no deje de crecer, mientras viva, será una obra por terminar, aunque tenga 500 años.
El bonsái es un método simbólico que apunta al aprendizaje y a la búsqueda filosófica de un modo de pensar y de vivir propio, que se logra a través del diálogo con la naturaleza y mediante el cultivo y el cuidado de las plantas. Como se ve, este arte no puede reducirse a una mera aficción por contemplar árboles en miniatura ni a una técnica de jardinería, ni a una forma de maltrato hacia las plantas como si las tuviésemos prisioneras en una celda. El bonsái es una práctica filosófica que apunta a cuidar con amor la vida de las plantas para que sean cada día más bellas durante cientos de años, algo que rarametne se lograría en condiciones naturales.
Este arte busca crear la máxima belleza de una planta en un universo pequeño llamdo maceta, usando dos sentimientos tradicionales sublimados hacia la naturaleza, WABI y SABI (el sentimiento de inanidad sobre los valores homanos), basados en la milenaria filosofía Zen y que están relacionados con la captación de la esencia de las cosas. En otras palabras, el bonsái es el reflejo filosófico de un sentimiento de amor sutil hacia la naturaleza y el universo que, por siglos, ha cultivado el pueblo japonés.
Muchos piensan que una planta de bonsái puede sobrevivir a lo sumo cincuenta o cien años. Pues vale la pena aclarar que el bonsái más antiguo (reconocido oficialmente, pues es propiedad de la famila imperial japonesa) tiene más de quinientos años. Incluso se cree que hay algunos todavía más antiguos en manos de particulares. Por otro lado, Japón conserva, como tesoros nacionales de la naturaleza, árboles que tienen más de dos mil años. El gran maestro Takeo Kawae está al cuidado de una planta que tiene más de 800 años de edad con la convicción de que las plantas de bonsái también puede vivir más de 2000 años si sabemos cuidarlas.
Otra cuestión interesante es que todo bonsái está siempre en proceso de construcción. Mientras el árbol no deje de crecer, mientras viva, será una obra por terminar, aunque tenga 500 años.
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