Abonos y fertilizantes porque su uso en las plantas
Los fertilizantes reponen los nutrientes extraídos por las plantas y los perdidos por lavados en profundidad que arrastra el agua de lluvias y el riego.
Los principales medios de alimentar las plantas consisten en la aplicación de fertilizantes y materia orgánica al suelo.
El abono animal o estiércol suministra algunos nutrientes, pero su función mas importante es mejorar la estructura del terreno mediante la adición de materia orgánica. Los fertilizantes aportan algunos o todos los nutrientes vegetales básicos (nitrógeno, fosfatos, potasio y oligoelementos) en forma concentrada.
En cuanto a abonos podemos mencionar entre otros a aquellos a base de algas; las algas -húmedas o desecadas- como abono son excelentes para incorporar al suelo en otoño y contienen muchos nutrientes.
El estiércol descompuesto o el compost de jardín constituyen una buena cobertura orgánica para las plantas establecidas como árboles, arbustos frutales, hortalizas, rosales, dalias y crisantemos. Extender en primavera una capa de cobertura alrededor de las planta, les procurará algo de alimento y humus y contribuirá a impedir la evaporación del agua del suelo.
En materia de fertilizantes, como norma se aplicarán éstos secos sobre el suelo húmedo o se regará en abundancia tras la aplicación si el terreno está seco. Es necesario distribuirlo bien para que no se quemen las raíces o, colocados en abundancia, perjudiquen a las plantas.
Los fertilizantes comerciales para césped le hacen “verdear” rápidamente y crecer bien. Es recomendable abonar el suelo una o dos veces en primavera y verano.
Los fertilizantes líquidos sirven como complemento de los compuestos de aplicación general administrados antes; pero debe conocer las necesidades alimentarias especificas de cada planta.
La Cal es otro nutriente vegetal que se aplica solo, generalmente en invierno. La cal reduce la acidez del suelo y por ende permite cultivar variedades de plantas que no se hallan aptas para ese tipo de suelo.
Los principales medios de alimentar las plantas consisten en la aplicación de fertilizantes y materia orgánica al suelo.
El abono animal o estiércol suministra algunos nutrientes, pero su función mas importante es mejorar la estructura del terreno mediante la adición de materia orgánica. Los fertilizantes aportan algunos o todos los nutrientes vegetales básicos (nitrógeno, fosfatos, potasio y oligoelementos) en forma concentrada.
En cuanto a abonos podemos mencionar entre otros a aquellos a base de algas; las algas -húmedas o desecadas- como abono son excelentes para incorporar al suelo en otoño y contienen muchos nutrientes.
El estiércol descompuesto o el compost de jardín constituyen una buena cobertura orgánica para las plantas establecidas como árboles, arbustos frutales, hortalizas, rosales, dalias y crisantemos. Extender en primavera una capa de cobertura alrededor de las planta, les procurará algo de alimento y humus y contribuirá a impedir la evaporación del agua del suelo.
En materia de fertilizantes, como norma se aplicarán éstos secos sobre el suelo húmedo o se regará en abundancia tras la aplicación si el terreno está seco. Es necesario distribuirlo bien para que no se quemen las raíces o, colocados en abundancia, perjudiquen a las plantas.
Los fertilizantes comerciales para césped le hacen “verdear” rápidamente y crecer bien. Es recomendable abonar el suelo una o dos veces en primavera y verano.
Los fertilizantes líquidos sirven como complemento de los compuestos de aplicación general administrados antes; pero debe conocer las necesidades alimentarias especificas de cada planta.
La Cal es otro nutriente vegetal que se aplica solo, generalmente en invierno. La cal reduce la acidez del suelo y por ende permite cultivar variedades de plantas que no se hallan aptas para ese tipo de suelo.
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